La Comisión Mixta Congreso y Senado para el Estudio de los Problemas de las Adicciones aprobó este jueves, por 20 votos a favor y 15 en contra, una proposición no de ley auspiciada por el Grupo Parlamentario Confederal de Unidas Podemos-En Comú Podem-Galicia en Común relativa a la regulación de las actividades de publicidad, patrocinio y promoción del juego en los deportes electrónicos por la que insta al Gobierno a equipararlos con los del deporte tradicional. Durante su intervención para la defensa de la iniciativa, la portavoz del grupo proponente, Lucía Muñoz, denunció que “algunas interpretaciones” del Real Decreto 958/2020, de 3 de noviembre, de comunicaciones comerciales de las actividades de juego, “están permitiendo” a las empresas del sector “eludir” las “prohibiciones y restricciones” de la publicidad de las apuestas deportivas en los eSports, lo que, a su juicio, “incrementa los riesgos de adicción en sectores vulnerables de la población”, como el de los jóvenes.
En este punto, aseveró que, “por el impacto y la percepción social” de los eSports, “cabe asimilar los deportes electrónicos a otras modalidades deportivas”. “Si bien los deportes electrónicos no son una actividad física obvia como muchos deportes tradicionales, encajan en todos los criterios deportivos establecidos por los estándares internacionales”, afirmó, para, a continuación, solicitar el apoyo para una iniciativa que insta al Gobierno a llevar a cabo “las medidas necesarias” para “garantizar” que los llamados deportes electrónicos “se incluyan” en el ámbito de aplicación del real decreto.
En su turno de fijación de posiciones, por parte del PSOE, el diputado Manuel Escarda valoró la “sensibilidad” de la iniciativa respecto a la “vulnerabilidad” de los jóvenes frente a la “incitación al juego” a través de estos juegos electrónicos y advirtió de que “adicción es estar sentado frente a una pantalla de ordenador de forma ininterrumpida durante muchas horas y practicando el sedentarismo en la medida que es un problema de insalubridad”.
“Aunque a nivel de ingresos generados por la industria nuestro país está lejos del primer puesto, la penetración de las competiciones de videojuegos en España es superior a la de la mayoría de los países de nuestro entorno”, subrayó, para agregar que la “mayor” parte de los ingresos de los eSports provienen de la publicidad y del patrocinio, convencido de la urgencia de “asegurar” que los contenidos publicitarios “no pongan en riesgo la seguridad y la salud de los usuarios” dada, además, la “expansión imparable de los eSports”.

Enmiendas rechazadas

En su turno de defensa de las enmiendas, que fueron rechazadas, el diputado del Grupo Popular Óscar Gamazo afirmó que “sólo desde el desconocimiento absoluto” sobre la industria de los videojuegos y, “en particular”, sobre el sector de los eSports “se puede presentar una proposición tan desatinada como esta”, al entender que se “sustenta” en la “errónea preconcepción que los proponentes tienen sobre el sector de los eSports” y está “basada” en datos “incorrectos o confusos”.
A su juicio, “carece de sentido”, porque el reglamento que regula la publicidad de los juegos de azar “ya es aplicable a este tipo de publicidad, con independencia del tipo de evento sobre el que se pueden realizar apuestas” y, en paralelo, puntualizó que los eSports y el deporte “son actividades claramente diferenciadas” y que los primeros “no son un deporte ni se pueden equiparar con los deportes tradicionales”, si bien tienen “ciertas áreas comunes”, como su “nivel de penetración social o su espíritu de competición y espectáculos”, a pesar de que son “realidades totalmente diferentes en la práctica y en la organización”.
Junto a ello, criticó que el texto señale “erróneamente” que “en todo el mundo los eSport son reconocidos como una verdadera actividad deportiva competitiva” y “confunde al juego con las apuestas”. “Confunden conceptos y sectores que no tienen nada que ver”, insistió, para explicar que las apuestas y el juego “son actividades independientes y totalmente separadas de los videojuegos y la industria de los eSports” y que en la actualidad no existe ningún patrocinio que esté vinculado al sector de los eSports por parte de la industria de las apuestas y juegos de azar.
Finalmente, Gamazo hizo un “llamamiento” a la industria de los eSports para que “continúe promoviendo el uso responsable de los videojuegos” y “fomentando valores universales” de este tipo de actividad, como la seguridad y el bienestar, la integridad, el juego limpio o el respeto a la diversidad, afirmando que los ‘populares’ “jamás criminalizarán sectores generadores de riqueza y empleo por puro sectarismo ideológico”.
Por Vox, Tomás Fernández denunció que, en su exposición de motivos, el texto “hace una serie de afirmaciones que no tienen ningún fundamento científico”, por lo que su grupo parlamentario presentó una enmienda de modificación instando al Gobierno a que, “antes de empezar ya de entrada con las prohibiciones y con la regulación, se lleven a cabo los estudios necesarios que permitan, de una forma objetiva, discernir la conveniencia o inconveniencia de incluir a los deportes electrónicos en el ámbito de aplicación del citado real decreto”. Asimismo, urgió a tener “en cuenta” las aportaciones de todos los sectores implicados y que puedan verse “afectados” por esta iniciativa.
“No podemos, sin ningún tipo de fundamento científico, empezar ya de entrada, a criminalizar ni calificar de amenaza para la salud y el bienestar a toda una industria que equivale al 0,11% del PIB español y que emplea de manera directa a 9.000 personas y de manera indirecta a casi 25.000 personas”, resolvió.